martes, enero 04, 2011

Cumplir Años

A tod@s ustedes,
en el día de mi cumpleaños, je!


Hay cosas que ocurren y otras que pasan. Aquellas son densas, profundas. Éstas son vacías, superficiales. Así en el tiempo, así en la vida. Allí el tamaño tampoco importa: hay cosas pequeñas que ocurren, hay cosas grandes que simplemente pasan. De hecho, las pequeñas cosas son las que suelen llegar con más densidad, más profundamente. Así en el tiempo, así en la vida.

Por ello hay también historias para las que el tiempo pasa y otras para las que el tiempo transcurre, ocurre. Aquellas son las historias en la vida, estas son las historias de la vida. Unas sólo marcan, las otras definen. Así en el tiempo, así en la vida.

Por eso al ir pasando en nuestra devoción cronófila de un calendario a otro, bueno es fijarse bien cuantas hojas están sólo marcadas y cuales han sido ya definidas; cuáles son definitivas, cuáles son indicativas.

¿Que cosas nos pasan, qué cosas nos ocurren? Y más aún: ¿qué cosas queremos que nos pasen, qué cosas deseamos que nos ocurran? Buenas preguntas quizá para estos días de renovación cíclica en fin y principio de año… Más aún si, como a mí desde hace ya 46 años, a usted se le ha ocurrido que le pase eso de cumplir años justo en estos días que todos sus amiguitos en otras fiestas andan. ¡Vaya ocurrencia! ¿Pues qué le pasa? (je).

Así las cosas, al cumplir años, hay que ver qué se nos ocurre para que nada se nos pase. Ni lo denso, ni lo liviano. Que todo, lo bueno y lo malo, lo pequeño y lo grande, lo profundo y superficial, venga y se quede como marca y definición. Ya uno sabrá que hacer con todo, siempre y cuando no lo amontone sin acierto ni concierto.

Con ello, eso de cumplir años seguirá siendo una fiesta que ocurre y nunca pasa. Con la gracia de recibir aquí, en el corazón, el regalo de los amigos en gran convivio. Así en el tiempo, así en la vida. ¡Salud y saludos!

(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán del 26 de diciembres del 2010)

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