sábado, agosto 01, 2009

Vacaciones (Dormingo)

¡Alto!: “¡paren el mundo, me quiero bajar!” Y se baja. Es la pequeña Mafalda que todos llevamos dentro. Tarde o temprano emerge sana y salva en medio de todas éstas, nuestras ruinas y desastres. “¡Paren al mundo”! Y lo para. Y se planta incólume como palmera tropical. Y se muestra erguida como estandarte libertario. Y se va de vacaciones. Alabada sea.

Y es así al menos una vez al año, cuando la crisis financiera internacional lo permite, claro. Y aunque no lo permita, ¡qué carambas! Y toma un par de mudas, el cepillo de dientes, una buena novela y se lanza por encima del asfalto y sus rayitas amarillas. La playa suele ser su refugio preferido. Pero también las hay quienes al monte se van, como cabras, como chivas locas, locas de contentas. O a la montaña o a otra ciudad. No importa, lo mismo da. Lo demás, es lo de menos. Lo importante es parar al mundo y bajarse, aunque sea un ratito, aunque al final parezca de mentiritas.

Vacaciones, benditas vacaciones. Desconectarse un rato, desembarazarse, reloadearse un poco. Aunque sea por un rato, un tiempo, un momento, aunque tan sólo sea para quedarse desnudo y ligero, sin este fardo que se nos trepó en la espalda y por sobre los hombros. No hay más cuentas que las que habrá que hacer después, pero ahora no. Ya no. Aún no.

Y pensar que aún hay entre nosotros quien llega a las vacaciones con culpa y a escondidas. Incluso los hay que deben interrumpir su tumbona playera tras siniestra llamada del jefe que le requiere en el trabajo. Como si no costara trabajo tener trabajo. Como si descansar fuera ilegal, como si disfrutar la vida fuera pecado. Válganos.

Solo el que descansa, trabaja. No está contrapuesto, es complementario, más aún: necesario. Por eso amable dorminguer@: si puede, váyase de vacaciones. Pare el mundo y bájese. Yo aquí le cuido la ciudad. Al fin que ya ni lectores quedan. Todos están también de vacaciones. Ora a ver quién echa a andar al mundo otra vez. Ojalá nadie, así estamos bien. Alabado sea.

(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán del 2 de agosto del 2009) (FELICIDADES A MI TÍA FLORY POR SU CUMPLEAÑOS. Cumple 32... desde hace varios ya... yupi!!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo único malo de irse de vacaciones
es que, en el afán de olvidarse de todo y de todos; luego uno se pierde los sacrosantos dormingos.
Lo bueno es que, cuando uno regresa, puede uno leerlos todos de corrido.

¡Felicidades!

Laura