Lo simple y lo sencillo (dormingo)

Si te es dado escoger, prefiere lo simple y lo sencillo. No son de agrado ni confianza aquellas cosas y comportamientos que por naturaleza asumen lo grave y lo complicado. Siempre prefiere lo leve a lo pesado.

Piensa, muy seriamente, que a esta vida venimos a ser y a hacer alegres. Procurarnos la alegría tanto como procurarla en y para los demás. Así de simple, así de sencillo. No estamos bastante tiempo concientes ni bastante tiempo vivos. Ni siquiera bastante tiempo despiertos o aptos. Pero el tiempo puede ser suficiente si nos animamos. Así de simple y así de sencillo: paz en la Tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad.

Las buenas cosas son siempre resultado de las buenas intenciones. Y éstas son siempre claras, directas, diáfanas; leves. No andan con recovecos ni pretextos ni explicaciones vanas. Las buenas conciencias hablan siempre de frente y a los ojos miran. Son simples y llanas, sencillas y ligeras. Llegan y fertilizan la vida.

Las cosas malas, en cambio, son siempre resultado de las malas intenciones. Y éstas son siempre opacas, rebuscadas, oscuras; pesadas. No se muestran como son, sino como quieren mostrarse. Vienen llenas de explicaciones y envueltos convencimientos. Las malas conciencias se expresan siempre a escondidas tras de sus verdaderas intenciones y no se atreven a caminar desnudas bajo la luz del sol o de la luna, ni bajo la claridad del discernimiento humano. Son complicadas y crípticas, difíciles y densas. Se van y te secan la vida.

Aún cuando lo bueno y lo malo no existen de manera fatal, sí anidan en el origen intencional del comportamiento humano y su razón. Por ello, desconfía del conspirador que no dice lo que piensa ni hace lo que dice. Mejor atente a tu voz interior y sométela al juicio de tu mejor entendimiento antes de transformarla en acción y movimiento.

Aligera tu espíritu, que el camino es corto y breve el caminar. Lo leve te hará volar, lo pesado te aplastará. Por ello, si te es dado escoger: prefiere lo simple y lo sencillo. La vida te lo dará.

(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán el 18 de enero del 2009)