sábado, marzo 19, 2011

Labios

Los he visto, los he admirado, los he sentido, percibido, sufrido. Los he anticipado chupándose, engulléndose, tatuándose, el ánima de los cuerpos desvalidos, sometidos, poseídos, redimidos, exhaustos, felices. Los he observado mientras hablan, prometiendo besos, y los he degustado mientras callan, cumpliendo sus promesas.

Son poderosos: en sus entrañas llevan cautiva la hipersensibilidad, el quebranto, el despojo de las nuestras, de nuestras entrañas. Son totales: la existencia no admite más perturbación que su perturbadora presencia. Son definitivos: sus sentencias son inatacables. Son plenos: omnipresentes, omnicomprensivos, omnívoros. Son húmedos: como aquella cavidad donde me pierdo descifrándolos. Son labios y besan: poseen.

Con su arribo traen todas las estrellas; las arrastran por encima del universo y nos las encienden por debajo de la piel, por dentro de los huesos que entonces ya no nos sirven para nada, por en medio de las ansias que entonces sirven para todo. Con los ojos cerrados, sus besos se ven más claros y se sienten más puntiagudos, como lenguas de fuego en erupción solar que quema, que incinera, que reduce a cenizas lo que polvo es y en polvo se convertirá.

Sus preguntas no admiten respuestas porque no las hay, porque no es nada posible y existente ante ellas; como no fuere el silencio reverencial de todo lo creado. Reinan y cuando llegan reinan con despótico frenesí. Sus respuestas anteceden a todas nuestras preguntas. Si acaso una nos queda: ¿y después, qué?

Son labios y besan: poseen.

Son como las mujeres que los portan: soberanos.

Son como los hombres que los desean: infinitos.

Son como las sensaciones que despiertan: intensos.

Son como las miradas que liberan: suaves, tiernos, ligeros, fecundos.

Son como esta noche en que te sigo esperando: luminosos.

(Dormingo para publicarse en la versión impresa de Cambio de Michoacán del 20 de marzo del 2011)

1 comentario:

Software Web dijo...

Lo hes disfrutado, los he admirado, los he buscado y los he encontrado, no importa si son delgados, gruesos o como los deseados lo importante es que sean besados.