viernes, octubre 29, 2010

Slow Food II

“Boicotear al Big Mac es una manera de decir
no a la uniformización global del gusto”
Carl Honoré

Todo tiene su tiempo y su lugar. Y si uno y otro convergen cuando deben, todo tiempo y todo lugar se vuelve perenne y pertinente. Como en una buena mesa, a nuestras vidas llegan las cosas que valen la pena y sólo las existencias gratas saben digerir y asimilar los buenos alimentos. Y como en la vida misma, en una buena mesa los sólidos y los líquidos llegan en disposición distinta, diferenciados, pero distinguidos de tal forma que logran con gracia en su diversidad aquella condición suprema que llamamos “maridaje”.

Es entonces cuando el tiempo necesario se justifica, cuando la diferenciación se aprecia y cuando la armonía se logra. En la buena vida como en la buena mesa.

Por ello como en pocos pasajes del paisaje humano, en la cocina reina la sabiduría de la vida. Todo tiene su tiempo y su lugar, y los ingredientes diversos son pilares del gusto vital y policromado. Todo es distinto y es complementario. Y nadie pretende que la prisa le gane a la risa.

Por eso, frente a la locura de sentarnos a engullir, debemos seguir ostentando la razón de degustar el ingerir. Recuperar nuestra noción comunitaria de compartir el pan y la sal. Y nutrirla con el rocío gentil de la vid hecha ocasión para exaltar eso que llamamos felicidad. Salud y provecho, que ambas indispensable en una vida como en una buena mesa son.

(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán el 24 de octubre del 2010)

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