domingo, junio 13, 2010

Un balón (ensayo sobre el mundo mundial)

“Es posible que el futbol represente la última frontera legítima de la intransigencia emocional”
Juan Villoro


Un balón: unas piernas y sus patadas; unas cabezas y sus cabezazos; unas manos y sus lanzadas; unos ojos, muchos ojos, y sus miradas; unas bocas y sus voces; unas palmas y sus palmadas, una emoción y sus angustias, su frenesí, su gloria, La Gloria. Un balón: unos jóvenes, once, veintidós; un señor, dos señores, tres señores; un espectador, dos espectadores, tres espectadores, cincuenta mil espectadores allá, cientos de millones de espectadores acá. Un balón y su deporte, un deporte y su negocio, un negocio y su mundo, un mundo y su mundial.

Un balón, el relajo y su fenomenología gregaria; las ganas de juntarse para disfrutar, para disfrutarse; las ansias de juntarse para sufrir, para sufrirse; juntarse para juntarse; el futbol no se puede, no se debe, ver solo, ni que estuviera uno desahuciado; 90 minutos y la nave que va; 90 minutos y el fin de la historia; 90 minutos y el silbatazo final después del cual sólo la nada.

Un balón y sus pretextos, no hay pero que valga; la evasión es redonda y el mundo mundial es plano, rectangular y tiene porterías; todos estamos enchufados y el que no brinque es chafa; no lo logró ni Marco Polo ni Colón, tampoco Jesús ni el Mahatma, pero para eso creada fue la FIFA; la miseria no existe y África es la anfitrión; no hay pero que valga, sólo los goles que acumulados valen tres puntos, los que se necesitan para pasar a la siguiente ronda que también es redonda como la evasión de un mundo plano como pantalla que apantalla.

Un balón que rueda sobre la inclinación a pensar que este mes lo es todo y el todo es redondo y cabe en una copa de oro y oropel; un balón y la necedad de querer discutirlo cuando todo está dicho, todo está hecho, todo está consumado con su mismo consumismo.

Un balón que un día fue deporte antes que mercancía; un balón que sin embargo es todavía algarabía; un balón que antes de sentenciarse se afirmó en la alegría de juntarse. Un balón, el balón, que es redondo y rueda. Un mundo, el mundo, que es mundo mundial. Alabado: la historia ha comenzado pero se va a terminar.

(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán del 13 de junio del 2010)

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