domingo, octubre 04, 2009

Fotografía (Dormingo)

A Lili y Adri, que me enseñaron casi todas sus fotos…
Pequeño objeto de grandes dimensiones. Materialidad cuyo mayor valor está en lo que de inmaterial tiene, implica y ensueña. Impresión que impresiona porque contiene lo que no tiene y nos lo ofrece para que nosotros se lo otorguemos: significado. Espejo de imágenes. Ventana de asomos. Punto de encuentro. Fuente de la que brota aquello que con tanto miedo siempre hemos deseado: atemporalidad, ubicuidad, eternidad.

Materia y espíritu como pocas veces reunidos, sintetizados, consagrados en colores y ausencia de ellos que somete al tiempo y libera sus temporalidades. Un momento que deja de ser momento y se vuelve siempre. Plástica o digital tiene la gracia de retratar nuestra materia y capturar nuestro espíritu. Por eso no les gusta a los Chamulas.

Diseñar y escribir con la luz. Eso es lo que significa porque proviene del griego phos (luz) y grafis (diseñar, escribir). Es la fotografía: magia humana, invento que sirve para inventar. Por eso los fotógrafos son artistas, creadores, y nosotros su arte, sus criaturas.

Anclada en su cuidado álbum o navegando en su incontrolable espacio digital, la fotografía se nos ha ido evolucionando como de suyo está en la naturaleza de las cosas buenas. Del daguerrotipo al pixel lo mismo en esencia es aunque de forma diferente. Y en ese matiz está la magia del artista, el fotógrafo, la gracia del momento que es sublimado para que deje de serlo, la trascendencia subjetiva de nuestra existencia objetiva.

Por eso tener y ver fotografías es como tener una ventana abierta en el alma y un mirador instalado en el espíritu. La ventana tiene cristales desde donde se mira y el mirador corona un precipicio. Por eso hay que tomárselas y compartirlas con cuidado, como la vida misma. Y disfrutarlas, como la vida misma.

(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán el 4 de octubre del 2009)

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