jueves, febrero 05, 2009

Cuidar al IFE


Según nuestra sabia idiosincracia nacional mexicana, nunca ha sido buena idea ésa de andar pidiendo peras al olmo. De allí que no sea una buena idea ésa de andar pidiéndole a la gente, a los grupos de gentes o a las instituciones que hagan cosas que simple y llanamente no están en condiciones de hacer, o al menos no están en condiciones de hacer como nosotros quisiéramos que las hicieran.

Por eso debemos aceptar que en muchas materias, pero específicamente en el asunto del pautado y monitoreo de medios de comunicación, le estamos pidiendo al IFE que haga cosas que realmente no puede hacer y que, además, no es deseable que haga.

El IFE es, lo sabemos, el Instituto Federal Electoral. O sea: el instituto que en la federación se encarga de las elecciones. Punto. El IFE no es la agencia estatal de control de medios de comunicación. Tampoco es la agencia estatal de combate al narcotráfico en asuntos políticos ni de cualquier otra índole. Por lo tanto no deberíamos exigirle ni que regule a los medios, ni que someta al narcotráfico. Lo que debemos exigirle es que se encargue de las elecciones. Punto. De nada más.

Si acaso, debemos exigirle que cumpla con la Ley. Uno de sus principios rectores constitucionales es la legalidad. Y si la ley le dice que haga pautas para transmitir más de 26 millones de spots en radio y televisión, entonces debemos dejarle que lo haga y dejarnos de quejas por su cumplimiento. Si la ley está mal o no nos gusta o nos parece absurda, entonces debemos exigirle a los diputados que la cambien o a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ordene su adecuación constitucional. Pero no podemos pedirle al IFE que no cumpla una Ley que, por lo demás, no promulga.

El IFE está obligado a aplicar la Ley, y si eso se traduce en la barbaridad de suspender tres minutos el Super Bowl o el partido de fútbol de los PUMAS, pues ni modo. En todo caso, insisto, si nos parece tan absurdo como realmente es, entonces debemos exigir que se reforme la ley para que un instituto que se dedica a organizar elecciones no ande ahora dedicándose a armar programaciones televisivas ni radiofónicas.

En la batalla que ahora emprenden las televisoras contra el IFE debemos ser claros: si el Instituto ordena la transmisión de spots en días, horas y canales específicos es porque la ley así se lo impone. Si no nos gusta, hay que exigirle a los legisladores que cambien la ley, no al IFE que la incumpla.

No nos confundamos: en este país, el IFE es lo más parecido que tenemos a un Estado de Derecho donde se cumple a cabalidad el principio democrático de la legalidad. No es momento de atacar el IFE: es momento de defenderlo. Es la única institución política respetable de la República. Cuidémosla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

También escribí sobre los spots en mi blog de una forma más juvenil y no tan detallada, pero asi lo sienten en mi Universidad jovenes de mi edad. Fue una mala organización entre partidos politicos, los medios de comunicación y el IFE.

Carlos González Martínez dijo...

Estimado Javo!

Mil gracias por visitarme y leerme! Celebro que coincidamos. Ya ví tu blog, te felicito!

Un abrazo,