viernes, agosto 15, 2008

Evaluación del gabinete


Obvio: la oposición asigna calificaciones desaprobatorias a la gestión del gabinete, mientras que el partido gobernante y el propio gobierno se otorga calificaciones aprobatorias... ¿y?... Al resto de los mortales, ¿de qué nos sirven o qué nos aclaran los 6.5 o los 8.5 que unos y otros afirman? La verdad: de nada. Bueno fuera que contáramos con un real sistema público de evaluación del desempeño de nuestros gobernantes, legisladores y jueces. Buena falta que nos hace.

Con ello podríamos trascender las especulaciones discursivas de los "políticos" de uno y otro signo, y así avanzar hacia un mecanismo transparente, objetivo y accesible para tod@s, de modo tal que la ciudadanía misma pudiese ponderar, opinar y ayudar a corregir corresponsablemente la actuación de quienes son electos o designados para gobernar, legislar y juzgar en su beneficio.

La verdad, no sería tan difícil ni caro construir ese sistema. Basta con unas cuantas cosas que desde aquí propongo:

1) que las propias autoridades (tanto del poder ejecutivo como del legislativo y del judicial) fijaran sus metas generales y acciones específicas de manera anualizada, semestral e incluso quizá mensual para el periodo total de su mandato. Y que las fijaran en asuntos concretos, comprensibles, calendarizables y cuantitativamente medibles.

2) digamos que señalaran las metas y acciones que permitieran conocer el grado de cumplimiento del plan de gobierno, de la agenda legislativa y del abatimiento del porcentaje de impunidad que tanto nos azota en este azotado país.

3) que las mismas autoridades informen del cumplimiento de sus metas y acciones. Naturalmente de manera honesta, transparente y verificable.

4) que todo lo anterior vaya a dar a una base de datos con acceso directo en internet. Cada poder podría incluir en su página electrónica (todos deben tenerla) e incluso se podría pensar en un portal concentrador donde cualquiera pudiese hacer las consultas que quisiere. Si todo va a dar a una base de datos sería simple cuantificar los grados de avance y emitir una "calificación" automática que no dependería del color partidario del cristal con que se midiese sino de las puras y simples matemáticas, bastante más confiables.


Cómo la ven? Alguien se avienta el proyecto??

Saludos en la víspera del Pumas-Morelia, yupi!!!

4 comentarios:

Juan García Tapia dijo...

Carlos, algunas de tus inquietudes están también planteadas aquí: http://garciatapia.blogspot.com/2008/03/plan-de-desarrollo-estatal.html
Poco a poco, los ciudadanos estamos presionando al poder público para que realmente se transparente y gaste nuestro dinero de manera adecuada, y, además, lo informe con veracidad.
Qué bien que te preocupes por este tema. Quiere decir que seguimos en sintonía.
Un saludo a tus lectores.
Juan GT.

Carlos González Martínez dijo...

Así es profesor: seguimos en sintonía y seguiremos, como diría don Teofilito! Visité tu blog y debo reconocer que en contenido y forma vas muy pero muy adelante que yo. Gracias por tus consideraciones. Un abrazo, Carlos

Anónimo dijo...

Hola Carlos.

De acuerdo contigo, pero ¿que incentivos tenemos los que no somos jueces, miembros del ejecutivo ni del legislativo o funcionarios del gobierno para revisar su desempeño?

¿Acaso nuestra crítica obliga a cambiar o mejorar las prácticas de quienes tienen la responsabilidad, al menos ética, de cumplir lo que prometieron?

También de acuerdo en que informen de las metas concretas, (sería bueno, además, de los objetivos estratégicos), pero, si aún así no cumplen, ¿Cuáles son las sanciones a las que se hacen acreedores?

¿Y si resultan desaprobados (¿reprobados?) que procede? ¿Tenemos derecho los de a pie a revocarles la representación política, a retirarles el mandato?

¿No será que lo que necesitamos es una profunda reforma institucional de gran calado que nos obligue a todos a ser mejores cuidadnos y a los gobernantes a trabajar bajo altos criterios de evaluación de desempeño?

Someterse al escrutinio público sabiendo que no se sufrirá sanción alguna, tal ves, no estoy seguro, cualquiera lo haga:

El reto de diseñar el sistema, efectivamente no se ve tan difícil, sin embargo, creo que se requiere tener una visión mas amplia de lo estratégico porque uno de los aspectos a evaluar sería si lo de corto plazo corresponde con los objetivos de largo alcance. Bueno, según yo.

Disculpa la intromisión de mi cuchara. Un saludo de carnal.

Carlos González Martínez dijo...

Mi querido Carnal Álvaro (órale!):

absoluta y totalmente de acuerdo: lo que necesitamos es un sistema democrático de rendición de cuentas y de control ciudadano de gobernantes.

Añadaría: un sistema democrático que sólo podrá construirse con una cultura cívica efectiva y una ciudadanía consecuentemente actuante y poderosa.

Tu cuchara -y la mía, la nuestra sumada a la tuya a la de todos- es imprescindible y valiosísima: indispensable.

Gracias, otra vez, por tus nutrientes comentarios.

Otro abrazo de carnal.

Carlos