viernes, julio 18, 2008

Política sin inteligencia

Dicho con el debido respeto, pero tengo la pequeña impresión de que cada vez son más notorios entre nosotros los síntomas de la existencia y ejercicio de una política sin inteligencia... Y es que de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, inteligencia también quiere decir: "Capacidad de resolver problemas".

O díganme ustedes si no es cierto que cada vez vemos más entre nuestra así llamada "clase política" menos capacidad para resolver problemas. No quiero llegar a los extremos de Cherán y su insigne Presidente Municipal, acusando desde su autoexilio al gobierno estatal de no gobernar en su jurisdicción que, si no me equivoco, la Constitución General de la República reconoce como entidad autónoma y bajo su también insigne responsabilidad, ni dedicar aquí una larga letanía de problemas y asuntos públicos que se nos van amontonando sin soluciones en el archivo de pendientes de nuestra adolorida y atormentada vida pública.

Algo habremos hecho en nuestra otra vida como nación que en ésta se nos dio por tener una "clase política" en la que abunda la gente a la que no le gusta investigar, planear, analizar las cosas antes de hacerlas y que tampoco tiene grande vocación por velar el interés general antes de irse de vacaciones, ni cumplir con lo que se compromete o atender los plazos que la ley, las normas y la decencia de respetar a los demás impone.

Ni modo... ¿ni modo?... ¡No: ni modo, no!... algo tendremos que hacer en esta vida como nación para regenerar nuestra vida pública y fundar nuestra vida política al menos con un poco inteligencia. ¿O no?

1 comentario:

Juan García Tapia dijo...

En alguna ocasión escuché que un comentarista de política decía que lo que hacía falta entre nuestros representantes populares era la generosidad. Lo recuerdo ahora que te leo exponiendo la falta de inteligencia; pero, ésta no les falta para acarrear los recursos hacia las propias arcas.
Saludos.